AÑOS 2000-2010.
Más tarde, y ya en pleno siglo XXI, se desencadena otro importante cambio de estilo. Es el turno de un breve período crítico social, en donde retornan los formatos convencionales y la figuración; y en donde irrumpen obras sarcásticas, de un marcado humor negro, y donde hago uso de la técnica del collage para criticar a la clase política y sus discursos populistas. Es la época que en Chile, el modelo neoliberal comienza a mostrar sus primeras grietas, y mi arte no escatima esfuerzos para hacer eco de aquello. Y si bien éste período es muy breve, tiene un alto valor por su contingencia, y por ser un período de transición para lo que vino después.
Luego de esto es el turno del “pop”. Estilo pictórico completamente distinto a lo que había mostrado hasta entonces, y donde aparece el legado de Andy Warhol como principal influencia artística. De esta forma retorna el color a mi pintura, y así nacen coloridos retratos de figuras como Gardel, Maradona, y Gato Alquinta entre otras celebridades, pero también de personajes anónimos que igualmente sirven de modelo, para retratos concebidos siempre bajo el influjo y el glamour tan propios de éste importante estilo. Cabe señalar, que éste período es más extenso temporalmente, y coexiste con otros estilos y técnicas que se mencionan a continuación.
En paralelo al “pop”, mi trabajo se vuelca a la exploración de un estilo, más cercano a la gráfica del informalismo español, como lo demuestran por ejemplo las obras de la serie “Toros y Corazones”. Estilo que, dicho sea de paso, ya expresa en algún grado el carácter más personal que sería la característica más distintiva de mi obra posterior.
Junto con lo anterior, aparece la cerámica como una importante herramienta de expresión plástica. Y es el gran Pablo Picasso quien -por medio de su extensa obra cerámica- influye sobre mi labor artística, dando lugar a platos y figuras de arcilla, que plasman divertidas escenas marinas y motivos abstractos. Trabajos que, dicho sea de paso, se convierten rápidamente en la delicia de los coleccionistas.
AÑOS 2010-2020.
Poco después de esto, pero siempre en paralelo al “pop”, aparece una breve serie de obras muy influidas por un estilo oriental, denominados como los “cuadros japoneses”. Para aquellos trabajos de pequeño formato, me serví como fuente de inspiración de la célebre estampa japonesa, tan reconocible en el occidente por sus famosas geishas en paisajes idílicos, y ese es precisamente el espíritu que intenté llevar a cabo en dichas obras, con un éxito comercial por lo demás, bastante abrumador.
Luego, y ya a mediados de la segunda década de éste siglo, ocurren dos eventos trascendentales y que van a desencadenar otro importante cambio de estilo: Tras una dolorosa enfermedad fallece mi madre, y el amor toca mi puerta nuevamente.
Y es precisamente la serie “La Danza” la que muestra la primera señal de dicho cambio, con creaciones que se cuentan entre las últimas ejecutadas en el estilo “pop”, pero dentro de la misma serie también hay obras donde ya se denota aquel carácter mucho más personal y autobiográfico, y que en líneas generales, es el estilo que se ha seguido desarrollando hasta el día de hoy. Por cierto, dicho cambio estilístico también vino de la mano de un cambio a nivel cromático y compositivo. Es decir, las tonalidades se vuelven más sutiles y apasteladas, como así mismo el dibujo se torna más depurado, mientras que la composición se torna algo más elegante.
Poco después de eso aparece una tercera mujer en mi camino, lo que hace que éste estilo siga madurando de la mano de mis experiencias de vida. Así nace la serie “El Artista y la Modelo” inspirada nuevamente por la presencia femenina, y por otros creadores que de igual forma trabajaron en torno a éste mismo concepto como Leonardo, Vermeer, y Matisse, entre otros.
EN LA ACTUALIDAD.
Es así, como ya comenzando la tercera década de éste siglo, además de estar atento a las actuales contingencias y ya con una mirada completamente adulta, mis ojos se han volcado nuevamente al pasado de la historia del arte, para abrazar el legado de los grandes maestros tanto del período clásico, como del Renacimiento y el Barroco. Enfrascándome además en un intento de apropiación de obras de Miguel Ángel y Rafael, figuras cumbres del Renacimiento Italiano. Iniciativas que de alguna forma responden al ferviente deseo de empoderarme de mi obra para curar mis heridas del pasado..
…y llegar a Dios.
